Director: Lars von Trier
Reparto: Kirsten Dunst (Justine), Charlotte Gainsbourg (Claire), Kiefer Sutherland (John), Charlotte Rampling (Gaby), John Hurt (Dexter), Alexander Skarsgård (Michael), Stellan Skarsgård (Jack), Brady Corbet (Tim), Cameron Spurr (Leo).
El
fin del mundo está cerca y es inevitable, el
director Lars Von Trier nos presenta su propia visión de lo
que podría ser el inevitable final y lo hace de una manera maravillosa y
caótica. Irónicamente la existencia en la Tierra podría llegar a su fin cuando
un planeta llamado Melancolía choque contra esta. Pero esta no es la típica
película sobre el fin del mundo con personajes heroicos o bombas colocadas en
el último minuto salvando a la Tierra de una fatal explosión, aquí encontramos
personajes muy humanizados y con actitudes antagónicas respecto al posible
final del mundo.
El film inicia
con un prologo a cámara lenta de las imágenes previas al posible choque y
destrucción de la tierra. Con un magnifico manejo de cámaras y de luz se nos es
presentada la protagonista usando un grandioso vestido de novia y acompañada
por la música de Wagner.
Tras
este prologo, la historia se divide en dos partes, la primera está centrada en
la novia, Justine, interpretada por Kristen Dunst, quien tiene
una serie de actitudes bastantes extrañas el día de su boda, tal vez fruto de
una familia disfuncional o de la supuesta depresión que sufre. Al
inicio de esta primera parte Justine es una chica bastante
"normal" como cualquier novia abraza y besa a su nuevo marido, pero
mientras la noche avanza y el planeta Melancolía se acerca la depresión se
apodera de ella y encontramos una serie de conductas que resultan extrañas que
no son mas que el fruto del desgaste de la sociedad, no encontramos a los
típicos personajes fieles y morales reunidos para celebrar una "sagrada
unión" fruto de un amor; encontramos humanos con sus diferencias y sus
propias demencias y carencias.
Me
resulta imposible pasar estas líneas sin tan solo mencionar a Gaby, la
madre de la flamante novia, la cual no agüria más que fracasos para
la nueva pareja. O al cuñado ideal que esta dispuesto a gastar miles y miles en
una boda ideal y que no perderá oportunidad de mencionarlo y reprocharlo;
aunque Jhon no cuida tanto su chequera como el padre de la
novia cuida a sus dos bellas acompañantes.
Sin
embargo, encuentro un personaje que se aleja un poco de toda esta amoralidad y
desgaste que me mencioné al principio, Claire que trata, sin éxito ni
reconocimiento alguno, de ser la mediadora de las grandes tragedias familiares,
se esfuerza por tratar de encontrar en Justine algo
de tranquilidad y alegría, algo de bienestar, no es mas que una
hermana tratando de cuidar a su hermana a quien ve como indefensa; pero una
sociedad como la nuestra, como la suya, quien sabe si este afán de lograr la
boda perfecta no sea mas que las ganas de que se equivoque su madre, que el
matrimonio dure y no ser mas la responsable de depresiones ajenas. De cualquier
manera, desde mi punto de vista Claire es un personaje mediador que
trata de mantener calmadas las discusiones entre su marido y su madre, entre su
madre y su padre.
La
segunda parte se centra en este bello planeta azul que se va acercando a la
Tierra y la relación entre ambas hermanas Justine y Claire. Unos
días tras la boda Justine vuelve a la casa de su hermana donde se
celebró la recepción de la boda y no es nada de lo que se podía ver en la
primera parte, Justine se convirtió en un despojo sin casi sin vida.
En esta parte podemos ver las antagónicas actitudes del supuesto fin del
mundo, Justine no muestra mayor preocupación acerca de nada, es mas,
podría decirse que es resignación lo que la llena, Claire en cambio
se encuentra muy nerviosa pensando que algo podría andar mal, por otro
lado Jhon, el esposo de Claire, se encontraba confiado en que nada
pasaría y no podemos olvidar el entusiasmo de su pequeño hijo. Es
que Vin Trier tiene la delicadeza para plasmar las diferencias
angustias de los personajes. El confiado Jhon se pega a sus
estadísticas, a su telescopio, a sus libros y trata de calmar a su histérica
mujer y sus nervios "injustificados". Que irónico,
¿no? Justine completamente resignada a un final que pronto
llegará, se acerca la mejoría de su supuesta enfermedad para acercarse al fin,
es como si el hombre se arrepintiese de toda la destrucción y
desastre. Aunque me rehúso a creer que la mejoría de Justine podría ser un
intento, sin éxito, de volver a la moralidad, a la pureza.
Melancolía
tiene una manera estupenda de contar un tema tan trillado y sobre el cual
estamos siendo bombardeados cada segundo, Van Trier lo hace
de una manera magnifica con una calidad de imagen, luz y un romanticismo
caótico que sale de la pantalla y llena al espectador. Es que Melancolía no es
mas que el fin de la tierra pero no por un trágico o legendario choque, estamos
hablando del fin de la humanidad y esta se ve destruido por los hombres, por su
amoralidad, por su denigración, su codicia, su odio, su guerra.
Melancolía
enamora a Justine, la provoca con su luz, la seduce con su color y llega a
conectarse con ella como nadie más lo hará; ¿Así funciona realmente? ¿La
melancolía nos enamora como enamora a Justine? ¿Cómo el mar enamoró a
Alfonsina? La melancolía nos enamora para luego destruirnos, como lo hace el
mar con Alfonsina congelando su piel, su cuerpo, su corazón. Nos enamoramos de
la Melancolía, de su bellaza, de su color azul, de su luz, nos enamoramos de su
promesa de una visita casual pero sobre todo de la amenaza de que dicha visita
no termine jamás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario