lunes, 10 de diciembre de 2012

"El mediador entre el cerebro y las manos ha de ser el corazón"

La imagen de una sociedad mecanizada es por ende el reflejo del triunfo de los poderosos contra los oprimidos pero, también la cruda realidad (no alejada de la actual) en la que nos vemos envueltos por la mecanización en la mayoría de aspectos en nuestras vidas y que personalmente creo, es lo más perturbador.




En esta historia, en las profundidades de la tierra los obreros se encuentran trabajando mientras que en la superficie los propietarios de la ciudad e intelectuales viven sin problemas. Los primeros minutos de la película me hicieron recordar inmediatamente a Tiempos Modernos y por otra parte debo decir que la música que la acompaña es realmente impactante, va acorde al ritmo de la historia y lo de que narra.




Metrópolis esta llena de metáforas, la música es precisa para cada momento, la expresión en los rostros de los personajes es sublime (tengo un sentimiento y fascinación muy especial por los actores de cine mudo) y sin lugar a duda la gran moraleja del final esta tan vigente como la película misma y con nuestros tiempos: "El mediador entre el cerebro y las manos ha de ser el corazón". Tan verdadera como necesaria.



domingo, 9 de diciembre de 2012

As the cinema goes by...

Culmina el ciclo, culminan los cursos de cine, culmina la inspiración? Claro que no. Entonces escribo...

Creo que de cine, sé nada y podría aportar poco, sin embargo, me apetece, como siempre, hablar de Wong Kar Wai, porque es grande mi fanatismo, y porque es el director por quien conocí "el cine".

Wong Kar Wai, director de Hong Kong, lleva ya más de 8 películas y 3 cortos, reconocidos mundialmente. Ganador de varios premios, entre los cuales acoge con gusto el de Cannes como mejor director en 1997 por Happy Together.

Su obra comienza con As tears go by, en esta película de ritmo lento, se deja entrever lo que será su obra posterior a esta película. Hay cierto atisbo de cámara en mano, y juego de velocidades, ralentizar ciertas tomas, saturación de uno o muchos colores a la vez, personajes extravagantes, sentimiento de melancolía, nostalgia, entre otros.



Ya con Chungking express vemos el estilo Wonkarwainesco marcadísimo, los juegos de velocidades se hacen mucho más evidentes, la cámara en mano es ahora también un personaje, la cámara juega el rol de ser  parte de las historias y crea un vínculo más cercano con el espectador, los colores nos aturden, tanto rojo, tanta luz en una noche oscura. Los personajes, fuera de extrañeza particular en cada uno de ellos, tienen acciones tan comunes como el comer, dormir, fumar, conversar, tomar café, mirar, etc.

Y es justamente lo que menciona el director en entrevistas, que sus personajes hacen lo cotidiano, comen como también van al baño, porque eso hacemos, no?




Fallen angels y happy together, siguen la misma línea, el mismo juego de velocidades, en Fallen angels los personajes nos aturden, son abrumadores mientras que en Happy together, a pesar de las diferencias y problemas entre los personajes, la onda es más apacigua.
Cómo pudo darle Wong Kar Wai un color a la nostalgia o a la tristeza? La utilización de filtros y angulares prima en estas dos películas, por poco y sus encuadres llegaban a lentes de ojo de pez. Filtros de todas las tonalidades, verdes, azules, incluso, la combinación de blanco y negro para resaltar el sentimiento de soledad y vacío o de compañía-soledad, con el de los colores logra una estética bastante singular y característica.



De la segunda trilogía, tenemos In the mood for love, película en la cual se ve el cambio de técnicas utilizadads por Wong Kar Wai, desde chungking express que era el ruido y la rapidez de la ciudad, ahora vemos caminatas mucho más aletargadas, por dos personajes que sufren, en silencio y luego son participes de una historia de amor.
Aquí vemos cuanto se aleja el director de sus primeras películas, para mostrarnos, con más tranquilidad los sucesos entre los personajes, fotografía muy rica de observar, planos inimaginables, desde el suelo o superponiendo cosas ante el lente, para crear cierta intriga estética dentro del encuadre. Entre lo que más se destaca, particularmente, las películas de Wong Kar Wai, es en la repetición, visual, como sonora, el soundtrack de Chungking express: California dreaming suena alrededor de 4 veces en toda la película, y las canciones de Nat King Cole en In the mood for love.

Creo que todo director muta y cambia, Wong Kar Wai tiene instinto y ese sentido de perfección, que es nato en sus obras, las películas se van haciendo a lo largo del rodaje, sin un guión, cuenta el director, incluso, hasta la música utilizada la encuentra en el lugar de rodaje. Altamente recomendable.
Hasta pronto, terrícolas,

Alessandra Solari.

As time goes by...


The Dead (Los muertos)
Dirigida por: John Huston
Año: 1987

La historia comienza con una celebración: la fiesta brindada en la casa de las señoritas Morkan. La fiesta se da, entre todos los invitados, con música, comida y mucha conversación. Recuerdos, de personas, de músicos, de viajes, entre otros, nos dejan ver la sensibilidad  y que a pesar de los años transcurridos, pueden sentir la misma carga de emociones con la que los vivieron mucho tiempo atrás.

De los personajes que resaltan más, uno de ellos es Gabriel Conroy, lo cual nos da una pista de que algo sucederá más adelante con él. La fiesta transcurre sin dejarnos nada de que preocuparnos o tomar nota, sin embargo, en medida que los asistentes van abandonando el lugar, uno de ellos toca una pieza en un viejo piano, Gretta, esposa de Gabriel escucha la melodía, posterior a esto, en el trayecto de regreso a casa, somos espectadores de una conversación en esta pareja. Gretta parece un poco consternada por algo, pero no se lo dice a Gabriel hasta llegar a casa.

Al llegar a casa, Gretta le confiesa a Gabriel la historia de un amor de su juventud, el cual fue recordado por la melodía en la casa de las señoritas Morkan, dicho amado sufría de una enfermedad y falleció cuando eran aún muy jóvenes. La película termina con el monologo/análisis de lo sucedido, narrado por Gabriel.

Para mí, un final abierto a varias interpretaciones. Admito que aquello que me impresionó más de este final fue el hecho de que  nos deja el sentimiento de vulnerabilidad del hombre, como y cuan vulnerable podemos ser ante cualquier acto, incluso, vivir de un recuerdo jamás olvidado, tan solo omitido; o de las propias envejecidas señoritas Morkan, que nos dan una idea de la finalidad del hombre. Cuan fina es la línea que separa al vivo del muerto, al sano del enfermo, y lo vacío que resulta amar a alguien por tantos años y ni siquiera sentir que, pasado tanto tiempo, podamos conocerlo(a).

Según las referencias a esta película, Huston la rodó en un estado de salud un tanto crítico, en silla de ruedas y con máscara de oxígeno.

“Estoy adaptando un cuento de Joyce que tenía pensado llevar al cine desde hace 30 años, pero con tantos filmes que he tenido que hacer para poder pagar a mis ex mujeres y médicos, hasta ahora no había sido posible”, dijo John Huston. 




domingo, 2 de diciembre de 2012

Murder by death.


Por Beatriz Franco.



Murder by death o Un cadáver a los postres.

Género: Comedia
Temática: Parodia
País: Estados Unidos
Duración: 90 minutos
Año: 1976


Murder by Death, personalmente, creo que ha logrado parodiar las historias de detectives de una manera muy eficaz. Haciendo alusión no sólo a investigadores famosos sino, también al mismo tiempo realizando una especie de catarsis exagerando individualismos externos dentro de la película (específicamente en el caso de Truman Capote).

La trama logra envolvernos entre la comedia y la búsqueda del asesino de Lionel Twain que, al final por tratarse de una parodia, la respuesta a esta interrogante se convierte hasta cierto punto tonta sobre todo por darle muchas vueltas al asunto pero que a su vez logra ser divertida e interesante. 

El personaje del Inspector Wang es el que personalmente me parece más logrado en cuanto se explota características físicas e ingenio dentro de sus diálogos aunque, el que se lleva las palmas y dota de gran histrionismo a Jameseñor Bensonseñora es Alec Guinness. Un personaje que a lo largo de la película nos revela grandes sorpresas.